Vivo en un mundo defectuoso!!

Hoy en día ser bueno  es ser tomado por bobo, ser justo... por imbécil, tener moral y honor... es ser retrógrada... y tener compasión es tan solo de débiles.

Pero entonces que le voy a hacer si resulta que soy: Bobo, Imbécil, Retrograda y Débil... es que casi lo prefiero, lo contrario sería haber caído en un individualismo estúpido que no lleva a más que la soledad.

He estado leyendo los comentarios y post en facebook de mis amigos y la verdad son un sarta de estupideces con respecto a el malecón tajamar en la ciudad de Cancún, que lastima que todos defiendan su punto de vista pero nadie defienda el sentir de la comunidad, en el que lo que pelean es la muerte de un ecosistema que tarde o temprano traerá consecuencias en esta ciudad, no es por que mataron un cocodrilo o porque aplastaron un cangrejo, es porque el planeta se está muriendo y son personas descorazonadas como las que ordenaron acabar con el malecón las que están ocasionando esto.

Que feo que digamos ya chole con el malecón, es muy cierto ya no podremos hacer nada para remediarlo, y también es muy cierto que el día de mañana que este una plaza ahí estaremos, pero también es muy cierto que el dia de mañana que nos toquen los fenómenos naturales estaremos llorando de miedo, y también es muy cierto que los primeros en lloriquear serán los que hoy están criticando a los pocos que levantan la voz,

Ya basta de contradecir, ya basta de pelear, es hora de unir fuerzas y levantar la voz y decir lo que queremos decir sin ofender a los demás.

Hoy en día, todo está cambiando a cada momento, no lo notamos, pero mira los años que han pasado y te darás cuenta de que sí. Las personas que creíste que estarían siempre no lo están, y las personas con las que nunca imaginaste que hablarías ahora son las más cercanas a ti. El clima cambia constantemente y deja sus consecuencias, cuántos niños enfermos, cuantos fenómenos naturales y el planeta sigue cambiando, hay que abrir los ojos.

Como me gustaría vivir en un mundo más divertido y decente, donde el amor fuera una necesidad del alma y no un capricho del trasero.

Pero qué le vamos a hacer, me tocó vivir en una época insensible, deshumanizada, obscena, en la que nadie respeta los sentimientos del prójimo.