CUMPLIR 31 NO ES TAN MALO
El día viernes 10 cumplí 31. Si dijera que me siento
diferente en algo mentiría, sigo siendo el mismo que el viernes Jajaja.

Cuando eres niño te hacen ilusión los regalos y el
"hacerte mayor". En la adolescencia estás deseando llegar a los 18
para "hacer lo que te dé la gana" (¿te suena la frase: mientras vivas
bajo mi techo harás lo que yo te diga?. Tanto esperar para nada. Jajaja.) Una
vez superada la mayoría de edad parece que cada vez el tiempo se pasa más
deprisa y un día acabaras hablando como tus padres, recordando los viejos
tiempos con algún compañero de instituto como si hubieran sido ayer, cuando en
realidad a lo tonto se han pasado más de 15 años.

No me puedo quejar del año que paso ya que hice muchas cosas
positivas, me aventé del bongie y tome
algunos talleres de crecimiento personal y realice algunos viajecitos de lo más
placentero gracias a mi amorsote, me tatué tres veces, realice mi travesía
maya, baje de peso, hice nuevos amigos, y gracias a dios sigo sano.
Pasaron cosas malas, se enfermo mi madre, mis deudas me
estaban ganando por ayudar a mi hermana a quien des afortunadamente perdí hace
unos meses, y perdí a un tío a quien quise mucho y no tuve oportunidad de
despedirme, uno de mis amigos enfermo y sigue hospitalizado el cual significa mucho para mi como ser humano, el trabajo se puso
difícil y ahí seguimos chingándole para que todo este bien ya que si algo aprendí es a no darme por vencido, tuve que enfrentar
el conflicto de hablar mi novio en temas muy delicados y quien afortunadamente
es un hombre maduro y me apoyo en todo y lo sigue haciéndolo, por que si algo tengo es su amor infinito.
Tengo algo muy valioso hace ya
varios años, una relación de pareja. Pero no una cualquiera, Hablo de una
pareja de verdad, que está ahí en lo malo y en lo bueno, que me apoya y me
mantiene en pie cuando flaqueo. Que está cargando con el peso de mis malos
humores y aún así SIEMPRE me dice que ya vendrán tiempos mejores. Y es que él y
yo hemos pasado por varias experiencias difíciles, y aun así las hemos
enfrentado con garra y patada.
Por supuesto no sólo he ganado una pareja, también tengo una
familia que me procuran cada día de mi existencia y que hacen que el mensajito
de buenos días nunca fastidie.
No sólo se ha
reforzado mi relación con mí propia familia. También he ganado unos suegros, que
no sólo me han apoyado en cada paso que he dado con su hijo, sino que incluso me
consideran otro hijo más para su valiosa familia.
Por el camino también he perdido amistades que creía que
eran amistades, porque en realidad y siendo objetivos, te acabas dando cuenta
que en su momento lo parecen dado que las circunstancias te han llevado ahí y
no tienes nada mejor. Sin embargo y no hace mucho he ganado nuevas amistades,
unas más lejanas y sutiles por internet y otras más directas y cercanas, que
curiosamente siempre habían estado ahí, pero no se habían desarrollado hasta ahora.
Parece que como siempre y como todo, las cosas tienen su momento y su lugar, y
surgen de manera fluida y natural, sin forzarlas ni esperarlas.
Así que, como conclusión de todo este rollo, lo que pretendo
decir es que al cumplir 31 años no me siento diferente que cuando tenía 30,
pero sí soy un poquito más sabio. Al mirar hacia atrás ya no suelo pensar lo
que pudo ser y al mirar hacia delante no me como la cabeza con el qué será. Me
centro en el presente, donde hay bastantes cosas malas, pero por primera vez en
mi vida las buenas pesan más, me ayudan a seguir adelante y las disfruto día a
día. Como debe ser.
Comentarios
Publicar un comentario